Podría decir que no soy una persona muy original. De hecho, no creo que lo sea. Pero es que si me pongo a pensar, podría suponer que a todos nos pasa igual. Si por pensar, podría pensar demasiado. Porque si quisiera podría decir que mi vida - tan poco original- es similar a cualquier canción o película. De esas supuestamente únicas y, por supuesto, originales.
Y soy tan poco original, que sé que no soy la única que se siente así. Todos, en algún momento de nuestra vida, hemos sentido que la letra de aquella canción expresaba con las palabras correctas lo que sentíamos y que, en esa película o libro, el personaje tenía un parecido razonable a nosotros mismos. E incluso nos hemos atrevido a pensar en el perfecto reflejo que esa canción o película hace de toda nuestra vida. Si por pensar, de verdad que podría ser cierto. Y todos nosotros - tan comunes y poco interesantes- hemos creído que éramos sólo nosotros los que nos sentíamos como el yo de la letra, película o novela. Parece demasiado original pensar eso por nuestra parte. Pero, sí que podría ser. ¿Por qué no?
Pensándolo detenidamente, por supuesto que mi vida podría entenderse con una bonita canción. O incluso varias. Y, aunque pueda parecer pesada, tengo que decir que no soy la única que se siente así. Escuchamos una música y atendemos a la letra. ¿Está hablando de nosotros? ¡Cuánto me comprenden! parece que hablan de mí, y de mi vida. Describen con exactitud lo que siento, lo que me preocupa, lo que deseo que pase…o que no pase.
Mi vida… ¿Cómo una canción? Podría ser… ¿por qué no? “close your eyes and I’ll kiss you, tomorrow I’ll miss you…” Ya empiezo a imaginarlo. Por supuesto que podría ser una canción hecha sólo para mí... ¿Por qué no? “and then while I’m away…” ¡pues claro que sí! Sin embargo, no puedo evitar pensar que lo mío debe ser diferente.
“so kiss me and smile for me, tell me that…” No, podría valer….pero no. Esto tiene que ser mucho más diferente.
Pero claro, podría ser que el inglés de las canciones se mezcla con mis pensamientos en español y hacen todo más confuso. Podría ser sólo eso y así, si escribiera todas estas palabras en inglés, podría decir sin que sonara extraño “that I am as free as a bird…because things couldn’t be the same” y por eso podría ser, o mejor dicho, convertirme en ese pájaro libre que, ya sea en inglés o en español, necesita comprender que tiene muchas cosas que ver, y descubrir. “Won’t you come fly high free bird?”
Sin embargo, por mucho que pueda llegar a ser un pájaro libre, esto que yo siento sigue siendo más diferente. Mucho más diferente podría decir yo.
No sé…si por decir, mi vida podría ser extraída de muchas canciones- tanto buenas como malas-. Demasiadas tengo en la mente. A lo mejor por eso, lo mío podría ser más diferente.
Si es que por decir, podría llamarme hasta de otro modo. ¿Y si mi poca originalidad residiera en que soy como el personaje de un libro o de una película? Los escritores suelen inspirarse en acontecimientos y personas reales. En ese caso, podrían confundirme con cualquier otra persona y así, tener otro nombre, o incluso podría ser rubia o con ojos azules o por qué no, medir 1,80m. Si ese fuera el caso, podría sentirme identificada con algún personaje que, aunque ficticio, sigue siendo tan poco original como yo lo soy y que entiende por lo que estoy pasando. Así, por ejemplo, podría ser una chica que sabe lo que es perder de verdad. Si me llamara, por ejemplo, Silvia y no como me llamo yo, podría no encontrarme en la situación en la que estoy. Sin embargo, yo no me llamo Silvia ni Ana ni Lucía, y aún tengo que aprender a perder más. A pesar de todo lo que he podido perder ya. Por eso, quiero decir que lo mío es mucho más diferente. De verdad que tiene que serlo.
Pero, a lo mejor, si podría parecerme a la protagonista de una buena película americana. ¿Y si fuera, por ejemplo, Sabrina? ¡Pues claro que podría ser ella! Tan ingenua y joven…y si fuera ella, podría cantar a un maravilloso Humphrey la vie en rose, o mejor aún, susurrar la preciosa letra de la vie en rose. Quizá para que no se note lo mal que canto, o por lo vergonzoso que puede ser cantar algo tan bonito en francés…y quizá Humphrey se enamoraría de mí. Por supuesto que podría ser… pero a mí me resulta todo mucho más diferente. Así que Sabrina no, puede que lo suyo si sea único.
¿e Ilsa? Sí, podría ser perfectamente Ilsa Lund. Sí, y podría pedir a Sam que toque esa hermosa melodía ¡que la toque otra y otra y otra vez! Y mientras suena “no matter what the future brings” el tiempo pasa rápidamente y no nos damos cuenta de hacia dónde vamos ni adonde queremos ir. Mientras las teclas del piano van sonando cada vez más fuertes, más intensas, tú – querido Humphrey- me pides, por fin: ¡Bésame como si fuera la última vez! Y yo, sin ni siquiera ponerme una gabardina, me niego a creerlo. ¡No quiero creerlo! Sin embargo, Ilsa se marcha acompañada de otro….y lo mío…se convierte en algo bastante diferente.
¿Y si lo mío es diferente de verdad? O mejor dicho ¿Y si todos somos diferentes de verdad? Esto, lo mío en concreto, es tan diferente que no hay canción ni película ni libro ni nada que exprese completamente como me siento yo ahora. No hay nada que consiga reflejar exactamente todo lo que yo estoy experimentando. Alegría, miedo, tristeza, rabia, valor… Nadie me entiende. No hay nadie que pueda comprender absolutamente todo lo que siento. Es normal. Tampoco es que yo pueda comprender a los demás Humphreys, Ilsas, Sabrinas,… y muchos otros más. Son todos diferentes.
Ni siquiera me consigo comprender a mí misma del todo. Por eso, necesito las canciones, los personajes de libros y películas. Porque podrían ayudarme a imaginar lo que me va a pasar. Hasta que no suceda, no podré expresar por ningún otro modo todo lo que me va ocurriendo. Porque, como siempre he hecho yo, cuanto menos me descubra mejor. Prefiero esconderme entre palabras, y canciones y películas, y más allá… condicionales. Solo ese condicional puede ayudarme a no tener miedo.
Y por eso, de momento, hasta que no se extinga el condicional, yo podría… (¡y sí, podría!) llorarte tantas, tantas veces. Y besarte, porque puede ser la última vez. Sobre todo besarte. Y quizás, susurrarte al oído cualquier canción que no tiene nada que ver conmigo. O ser más sincera y susurrarte que te echaré de menos. ¡Que te quiero! Y podrías pedirme que yo me quedara…porque me encantaría oír eso. Pero aún así, tendría que irme.
Y quizás, podría dejar de utilizar el absurdo condicional porque cada vez tiene menos sentido. Porque ya da igual. Porque ya me he descubierto. Sin embargo, preferiría seguir utilizándolo porque necesito decirte por última vez que podría quedarme porque es lo que más me apetecería en estos momentos.
Sin embargo, mi vida no tiene mucha originalidad y por eso, preferiría decir que deseo que comience a ser diferente de verdad. Que todo sea diferente.
Porque podrían ocurrir tantas cosas que ya sabemos les han ocurrido a otros… pero siempre es mejor sentirse diferente.
(A todos los que quiero y admiro)